Recuerdos infantiles de los cigarrillos electrónicos con sabor a chicle

Los cigarrillos electrónicos con sabor a chicle suelen atraer a los usuarios en el diseño de productos simulando los recuerdos olfativos y gustativos de los aperitivos de la infancia. La lógica central del diseño reside en integrar el aroma y el dulzor característicos del chicle en la fórmula del e-líquido. Por ejemplo, se utilizan compuestos de éster para realzar el sabor afrutado, mientras que se añaden edulcorantes de glucosa o fructosa para aumentar las capas de dulzor. Algunos productos simulan el tacto oral al mascar chicle ajustando especialmente los parámetros de atomización. Por ejemplo, se adopta una temperatura de atomización más baja (unos 180-200℃) para reducir la sensación de quemazón del humo, y se aumenta la proporción de glicerina en el e-líquido para aumentar la densidad del humo.
A nivel de experiencia de usuario, este tipo de cigarrillo electrónico suele despertar recuerdos de la infancia a través de múltiples estímulos sensoriales. Por ejemplo, el rico aroma frutal que se desprende al abrir la tapa (como el aroma combinado de fresa y sandía) puede activar rápidamente la memoria olfativa, mientras que el refrigerante que emerge gradualmente durante el proceso de succión (como WS-23) simula la sensación refrescante al masticar chicle en la boca. Algunos productos también adoptarán esquemas de colores de caramelo o elementos de dibujos animados en el diseño del envase para potenciar aún más la resonancia emocional.
Cabe señalar que existe controversia sobre el posicionamiento de estos productos en el mercado. Los cigarrillos electrónicos con sabor a chicle suelen atraer a los adolescentes con sus envases brillantes y sus características dulces, y su cumplimiento está estrictamente regulado. Por ejemplo, algunos países han prohibido explícitamente la venta de productos de cigarrillos electrónicos con características de sabor distintas del tabaco para evitar que los menores se vean expuestos a sustancias adictivas. Además, la inhalación prolongada de humo con edulcorantes y aromatizantes puede irritar las vías respiratorias, y los riesgos para la salud no se han evaluado por completo.